lunes, 6 de agosto de 2012

CLAUSURA MINISTERIO DE CULTURA DE LA CIUDAD




Representantes de la cultura popular aseguran que no posee la debida “habilitación social”

SE CLAUSURÓ EL MINISTERIO DE CULTURA DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES

Intentando demostrar lo paradójico de exigir “habilitación comercial” a centros culturales comunitarios y autogestivos, San Nicolás Social y Cultural, uno de estos tantos espacios, organizó este domingo una Inspección Popular al Ministerio de Cultura de la Ciudad, proponiendo redoblar la apuesta: entonces se exigió “habilitación social” a un Ministerio de Cultura impulsado por la lógica comercial.

Minutos después de las 15 hs del domingo 5 de agosto, de sobretodo marrón, gorro fedora, lupa y planilla anotadora en mano, subió al improvisado escenario montado sobre Av. de Mayo y Perú el inspector más perspicaz de la Ciudad de Buenos Aires:  “Buenas tardes a todos, hoy seremos colegas. Nos convoca aquí la tarea de verificar si el Ministerio de Cultura de la Ciudad posee la correspondiente habilitación social. Pero será esta una inspección distinta a las que los tradicionales inspectores caralargas nos tienen acostumbrados: esta es una inspección popular.” Más tarde, pasadas las horas, los bailes, los cantos, los aplausos y, también, los abucheos, fue aún más allá: “Esto no es una inspección, esto es una fiesta.”

“Si nos clausuran los espacios, los sacamos a la calle”, argumentaba una de las banderas que le puso condimento a la tarde de domingo céntrica, con una lógica implacable. La jornada musical arrancó con El Enrosque Cebrafante, mientras Ezequiel Quines y Momo Scacchi comenzaban a pintar un lienzo de 3x2m, que terminarían casi llegando a las siete de la tarde, atrayendo la mirada y los flashes de visitantes y transeúntes.

Pasaron también por el escenario el ensamble de tambores Aceto Balsámico, La Mazamorra, Mantra Pumba, Zabo & The Tutti Frutti Orchestra y Contransporte, transformando la inspección en un festival, con el representante de los inspectores populares oficiando de presentador e informante de las falencias en la política cultural macrista.
No faltaron menciones al cierre de talleres del Programa Cultural en Barrios, la falta de pago a sus docentes, con posterior tomada de pelos, compensándolos mediante invitación a participar de los castings para Cantando por un Sueño. También se pusieron en cuestionamiento las facilidades para evadir a la Agencia Gubernamental de Control que poseen los burdeles, bastante llamativas considerando la sistemática política de clausura que sufren los centros culturales en manos de la misma agencia. Pero lo que terminó de definir la inspección popular fue la cesión de 160 mil m² de espacio público de forma gratuita a una empresa privada que explotará el Parque de la Ciudad montando un festival con fines lucrativos, sin pagar un sólo centavo. No sólo eso: el Gobierno de la Ciudad será el encargado de adecuar la infraestructura, lo cual implica un gasto exorbitante. Ah, y algo más: el acuerdo lleva la firma de Hernán Lombardi, ministro de cultura de la ciudad.


Pasadas las 18, el acta circunstanciada dictaminó: “…el vaciamiento cultural es una política de gobierno deliberada y constante. En defensa de la historia cultural de la Ciudad de Buenos Aires, y de quienes labran la presente acta, se procede a la clausura inmediata y preventiva del local, nombre de fantasía: Ministerio de Cultura de la Ciudad.” Aplausos, ovación y colocación de la correspondiente faja. El acta cerró: “Hasta tanto no exhiba la HABILITACIÓN SOCIAL correspondiente, queda clausurado el ministerio. Será, mientras tanto, el presente colectivo el encargado de dar cumplimiento de la política cultural que la ciudad merece.”  Y la fiesta siguió.


San Nicolás Social y Cultural
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